En Bodega del Abad tenemos la fortuna de ser testigos del ciclo de la vid desde hace más de veinte años. Disfrutamos de cerca de un espectáculo natural único que os aseguramos que merece la pena. Como siempre os decimos, cada estación del año tiene sus particularidades y sus claves que la hacen especial. Pero si nos paramos a pensar lo cierto es que seguramente la primavera sea uno de las estaciones con más magia cuando nos referimos a la viña. Y es que es la estación en la que la vid renace.
Hablar de Bodega del Abad significa referirse a grandes vinos, pero, por fortuna, también a un entorno privilegiado. Hoy queremos hablaros de las particularidades geográficas de uno de los enclaves más relevantes para nuestra bodega: la finca Los Almendros.
No cabe duda de que la vendimia es uno de los procesos más importantes de nuestra bodega. Al fin y al cabo, con la cosecha de la uva recogemos también el fruto que nos ha dado el trabajo de todo un año y el mimo que, mes a mes, hemos depositado en el viñedo. Pero, lo cierto es que aparejado a la vendimia hay otro proceso igual o más de importante: la selección de la uva.
Siempre os decimos que el viñedo de Bodega del Abad nos ofrece un espectáculo natural único en cualquier época del año. Pero no cabe duda de que en el mes en el que nos encontramos las viñas cuentan con una particularidad que las hace especiales: es el momento en el que podemos apreciar más los cambios en los futuros racimos a medida que nos acercamos a la vendimia.
Uno de los momentos más especiales, sin duda alguna, es cuando empezamos a ver lo que serán los racimos que recogeremos en la próxima vendimia. Este proceso se conoce como cuajado.
En Bodega del Abad somos afortunados. Tenemos la suerte de ser testigos del ciclo de la vid desde hace más de 25 años. Sin duda alguna, un espectáculo natural único que os aseguramos que merece la pena ser disfrutado.
“La vendimia ha sido buena tanto en cantidad como en calidad, todo el trabajo de viñedo llevado a cabo durante el año se ve reflejados en la uva que procesamos y con la que esperamos elaborar grandes vinos en esta añada 2021”, explica nuestro enólogo José Cervera.
Como siempre os decimos, cada etapa del ciclo de la vid es mágica, única y especial. Cada una de ellas nos ofrece un paisaje diferente y nos reclama un cuidado distinto que precisa nuestra atención para obtener el mejor resultado. Pero no cabe duda de que con septiembre llega uno de los momentos más importantes para el viñedo.
La poda en verde es una labor muy delicada que se suele llevar a cabo en primavera, cuando ya encontramos ese color verde que define el paisaje del viñedo. Una vez que ha concluido la brotación se procede a este proceso manual con el que buscamos limpiar la vegetación que no queremos que esté en la planta.
Con el invierno llega cada año a Bodega del Abad una de las prácticas culturales más importantes que llevamos a cabo en nuestros viñedos: la poda en seco. Por supuesto, todos los trabajos que realizamos a lo largo del año en nuestras cepas influyen en el resultado final de la uva, pero lo cierto es que la poda de invierno es uno de los más destacados, ya que realizarlo con cuidado y mimo es fundamental para asegurarnos tanto la cantidad como la calidad de los racimos que recogeremos en vendimia.