Todos aquellos que visitan Bodega de Abad y nuestros viñedos se ven sorprendidos por todas las opciones que nos rodean. En primer lugar, muy cerca de nuestras instalaciones encuentran el monasterio al que nuestro vino Carracedo alude en su etiqueta. Además, tenemos la fortuna de estar rodeados por el bellísimo paisaje de este paraninfo berciano, lleno de viñas y frutales.

El verano también ha traído grandes noticias a Bodega del Abad. En esta etapa, que año tras año resulta especial para nuestra bodega, ya que en ella culmina el proceso de maduración de la uva, hemos recibido con orgullo e ilusión la fantástica puntuación que James Suckling ha otorgado a cuatro de nuestros vinos.

Mucho se habla en los últimos tiempos del maridaje, de la armonía, en definitiva de ponerle nombre a las sensaciones que recibimos al degustar un plato acompañado por un vino. Y, al margen de las interpretaciones de cada cual y teniendo en cuenta que entramos en un mundo muy subjetivo, lo cierto es que, en ocasiones, la personalidad y el carácter del plato y las del vino, además de su elaboración permiten establecer ciertas sinergias.

La oferta enoturística de Bodega del Abad va mucho más allá de vinos, catas y barricas. Un claro ejemplo de ello es la exposición de cuadros que hemos organizado en nuestra bodega de Carracedelo, compuesta por cincuenta dibujos del artista astorgano Adolfo Alonso Ares. Lo más particular de estas obras es que el autor no ha utilizado ni pintura ni carboncillo ni nada que se le parezca. Lo que ha decidido emplear ha sido… ¡nuestro vino Carracedo!

Si hay algo que nos tomamos realmente en serio en Bodega del Abad es el cuidado de nuestros viñedos. Nuestro equipo de profesionales trabaja duro para que todo esté controlado al detalle, ya que es la única forma posible de continuar elaborando nuestros vinos de calidad desde el corazón de la Denominación de Origen Bierzo.