A mediados de septiembre comenzamos en Bodega del Abad una de las etapas más cruciales del ciclo de la vid: la vendimia. Este proceso, que iniciamos con la recolección de nuestra variedad blanca godello, marca el final de un ciclo que recompensa los meses de esfuerzo invertidos en el cuidado de la viña.
La vendimia, que se acerca rápidamente, es el culminar de un año de dedicación y esfuerzo. Únicamente recogemos los racimos cuando están en su punto perfecto de maduración, cuando, tras ese año de trabajo en viñedo, llega el momento óptimo para recolectar la cosecha.
“La vendimia ha sido buena tanto en cantidad como en calidad, todo el trabajo de viñedo llevado a cabo durante el año se ve reflejados en la uva que procesamos y con la que esperamos elaborar grandes vinos en esta añada 2021”, explica nuestro enólogo José Cervera.
Como siempre os decimos, cada etapa del ciclo de la vid es mágica, única y especial. Cada una de ellas nos ofrece un paisaje diferente y nos reclama un cuidado distinto que precisa nuestra atención para obtener el mejor resultado. Pero no cabe duda de que con septiembre llega uno de los momentos más importantes para el viñedo.
En el mes de agosto la viña vive un momento de riqueza paisajística espectacular. Las viñas se han llenado de hojas de color verde intenso. La uva se encuentra ya casi en su punto idóneo de maduración. Los racimos de mencía aportan esos toques violáceos tan característicos y los de godello se funden con el viñedo aportando unos nuevos matices verdosos y amarillos.
En esta añada hemos tenido la fortuna de ver ese esfuerzo acompañado de unas condiciones meteorológicas muy favorables para los viñedos. Así, durante el día hemos vivido en la zona de El Bierzo en la que se encuentran nuestras viñas días con altas temperaturas que se compensaban con noches frescas. Un desfase que ha favorecido a que la maduración de la uva sea la adecuada, con un equilibrio justo y, por tanto, una calidad máxima.