Hace unas semanas comenzamos a compartir con vosotros una serie de propuestas para maridar nuestros vinos Bodega del Abad con cuatro recetas tradicionales de El Bierzo cuyos matices encajaban a la perfección con las notas que desprenden los mencías y los godellos que elaboramos en Carracedelo. Hoy volvemos a hablaros de estas botellas, pero el motivo es diferente. En esta ocasión queremos daros las gracias.
Es el momento de viajar, de descubrir todos los rincones que esconde nuestro país, de recorrer los maravillosos lugares que nos ofrecen gastronomía, naturaleza, cultura… En definitiva, de aprovechar los recursos turísticos que, quizá, aún no conocemos y que, a buen seguro, nos van a sorprender. Eso sí, siempre primando la seguridad y las garantías sanitarias a la hora de llevar a cabo nuestros viajes.
A través de las redes sociales y de nuestro canal de YouTube queremos que conozcáis más sobre los vinos de Bodega del Abad de una manera muy especial. El escenario, un paraje único: nuestra Finca Los Almendros. Y el encargado de dirigir la cata, nuestro enólogo, Ramiro Carbajo.
No cabe duda de que la primavera es uno de los momentos más especiales en los viñedos. De esos en los que merece la pena, siempre que sea posible, acercarse a pasear entre vasos y espalderas para descubrir todo lo que nos ofrece el renacer de las viñas tras el parón invernal. Hoy queremos hablaros de tres procesos que vivimos en los viñedos de Bodega del Abad en los meses de abril, mayo y junio: floración, cuajado y poda en verde.
En Bodega del Abad somos de los que creemos que el vino no entiende de momentos concretos. Estamos seguros de que un buen vino se puede disfrutar en cualquier época del año, pero es innegable que en verano, cuando el calor comienza a hacer acto de presencia, a todos nos apetece llevarnos a la copa un vino fresco, afrutado y en la temperatura perfecta.
En Bodega del Abad somos muy afortunados. Tenemos la suerte de permanecer en contacto con la naturaleza, de poder ver día a día la evolución de nuestro viñedo y conocer de cerca los procesos que en él se desarrollan. Como sabéis, cuidamos con mimo la viña para que nos dé el mejor fruto, al fin y al cabo esa es la base con la que elaboramos todos nuestros vinos. En este sentido, es importante que las acciones que llevamos a cabo además de ser beneficiosas para la vid y los racimos sean también respetuosas con la planta y con el medio ambiente.
No cabe duda de que la que estamos viviendo es una situación excepcional, los habitantes de medio mundo paramos. Nos quedamos en casa o cambiamos nuestras rutinas laborales. En definitiva, nos adaptamos a este nuevo y, en ocasiones, complicado contexto. Sin embargo, aunque nuestra vida se ve modificada en muchos aspectos, hay un ciclo que continúa con su calendario, dejándonos estampas mágicas y maravillosas en primavera. Nos referimos al de los viñedos de Bodega del Abad.
Hoy en nuestro blog os queremos hablar de uno de los detalles que aportan personalidad a nuestros vinos. En esta ocasión no nos referimos a la calidad de las uvas Mencía o Godello con las que elaboramos nuestras referencias monovarietales. Tampoco a su estructura o elegancia en boca. De hecho, no nos referimos a ningún aspecto que esté relacionado con la degustación de los vinos. En este post queremos hablaros de las etiquetas que acompañan a muchas de nuestras botellas. Concretamente, de un detalle que las caracteriza y que es todo un homenaje a nuestro entorno.
En Bodega del Abad iniciamos nuestro camino en el mundo de los vinos de calidad en la añada del 2000. Al poco tiempo ya habíamos logrado entrar con nuestros vinos en un mercado en el que la variedad mencía ya estaba presente. Sabíamos que contábamos con un cepaje diferente que se alejaba del mundo sensorial de la variedad tempranillo, que entonces acaparaba la atención de los consumidores debido a la enorme presencia y a la diversificación de esta cepa en el Duero y en otras comarcas vitivinícolas españolas.