Tenemos la fortuna de vivir día a día en un lugar maravilloso en el que cada día trabajamos en nuestros vinos Bodega del Abad. Una comarca que destaca por su paisaje natural, por su gastronomía, por su patrimonio y, por supuesto, por sus vinos. Por eso no es fácil elegir tan solo cinco razones por las que El Bierzo es un paraíso, un escenario natural desbordante y un recipiente histórico que conserva una buena parte de su cultura tradicional.
Para lograr que nuestros vinos sean redondos y lleguen a la botella con la máxima calidad, entran en juego diferentes factores: el cuidado de la vid, la selección de la uva, los trabajos en bodega… Hoy queremos hablaros de una de las claves de las que consideramos de base: la situación de nuestros viñedos.
Cuando llega el primer estado fenológico del ciclo vegetativo de la vid, podemos contemplar la que posiblemente es una de las estampas más simbólicas y de extraordinaria belleza plástica. Pero, a su vez, también es la más triste y melancólica, pues es el momento en el que las cepas se desnudan a la intemperie de su traje de hojas hasta dejar limpios los sarmientos. En otoños hojas pasan a alfombrar un suelo con el que, con el tiempo, se fundirán.