Primavera en Bodega del Abad. La floración
Cuando llegan los primeros días de calor que acompañan a la primavera, en Bodega del Abad sabemos que nos estamos aproximando a un momento mágico para la vid. Y aunque no cabe duda de que el protagonista principal de la viña es ese racimo de uva que nos acabará dando los vinos de máxima calidad que elaboramos en nuestra bodega en Carracedelo, lo cierto es que en estos meses de abril y mayo hay otro personaje que cobra fuerza en el escenario que es el viñedo: la flor.
La flor de la viña es una de las grandes desconocidas cuando hablamos de, por ejemplo, enoturismo. Sin embargo, en Bodega del Abad os aseguramos que pasear por las vides y ver esas flores que van llenando sus ramas es un espectáculo natural precioso y digno de admirar. Eso sí, para poder contemplarlas y disfrutar de su belleza hay que ser rápidos, ya que la flor no permanece demasiado tiempo en la planta.
Siguiendo el proceso natural, ese maravilloso ciclo de la vid, la flor que polinice –no todas ellas lo hacen- se convertirá en fruto, dando paso al siguiente proceso en la viña: el cuajado. Y es precisamente en el momento en el que este comienza a llevarse a cabo cuando empezamos a ver con claridad los pequeños granos de uva que conformarán cada racimo.
En Bodega del Abad no nos cansamos de repetir que vivimos en un entorno único y maravilloso y que cada estación tiene sus ventajas y sus aspectos de belleza. Sin embargo, no mentimos si afirmamos que, probablemente, la primavera sea una de las más especiales, con la planta volviendo a la vida y regalándonos de nuevo su color.
¡Seguid atentos a nuestro blog para conocer con detalle todos los procesos de este ciclo natural!
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