El envero, un espectáculo natural mágico en los viñedos de Bodega del Abad
El verano trae consigo multitud de cambios en el viñedo de esos que se disfrutan enormemente cuando paseamos entre las viñas. El color verde vuelve a ser protagonista, con la planta en su máximo esplendor, pero, además, una vez que van avanzando los meses, empezamos a ver uno de los espectáculos naturales más llamativos de la vid, precisamente muy relacionado con el color: el envero.
Durante el desarrollo del envero, las uvas de la variedad tinta mencía van perdiendo poco a poco la clorofila responsable de esa tonalidad verde esmeralda tan característica del mes de julio y comienzan a cobrar protagonismo las antocianinas, que se encargan de proporcionar esos tonos tintos rojos y azules que avisan de que las bayas están ganando azúcar y perdiendo acidez.
No cabe duda de es que este es, como ya os avanzábamos en el título de este post, un momento mágico porque es el que, además, nos avisa de que la uva está en pleno proceso de maduración y de que las viñas muy pronto cambiarán de nuevo su aspecto. Mientras tiene lugar el envero, la maduración alcohólica y fenólica de la uva está cerca de finalizar, lo que nos marcará el inicio de la recogida y de la elaboración de la añada 2023.
Si nos fijamos con mucho detenimiento, también es posible apreciar el envero en nuestro blanco godello, pero lo cierto es que el cambio de color es mucho menor y, por eso, este proceso se disfruta visualmente mucho más en la tinta mencía.
El ciclo continúa avanzando en los viñedos de Bodega del Abad y lo cierto es que nuestras viñas se convierten en un paisaje excepcional, cargado de matices, del que disfrutar en verano. ¡Os esperamos en Carracedelo!
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