Son muchas las generaciones que han vivido la Navidad entre música, spot publicitarios y olor a musgo y a pino. Pero también es fácil recordar, posiblemente con mayor nitidez que en cualquier otro momento del año, el sabor de las comidas y recetas que se preparan con tanto cariño y de los vinos que siempre han formado parte de las fiestas navideñas. ¿Alguien entendería una Nochebuena sin un buen vino encima de la mesa? ¿Quién se imagina despedir un año sin levantar una copa de vino para celebrarlo?