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Trabajos en nuestros viñedos: injertos de godello

Como sabéis, tanto en nuestro blog como en los diferentes perfiles de redes sociales de Bodega del Abad (Facebook, Instagram y Twitter) nos gusta compartir con vosotros los diferentes estados fenológicos del viñedo, así como las tareas que nosotros llevamos a cabo en él. Al fin y al cabo, creemos que es la mejor manera de que conozcáis de dónde vienen nuestros vinos y de que comprobéis el cariño y el respeto con el que tratamos a la planta. En este sentido, hoy queremos hablaros de uno de los últimos trabajos que hemos realizado en nuestras viñas: el injerto de godello sobre mencía.

En este punto es posible que os estéis preguntando por qué hemos apostado por el injerto en lugar de por plantar nuevas cepas. El motivo responde principalmente a criterios de producción. Y es que, mientras que con las nuevas plantaciones no obtendríamos uva de calidad hasta pasados cinco años, con el injerto en solo un año conseguiremos racimos de excelente calidad. Una calidad que viene asegurada por el patrón, ya que partiremos de una base de 20 años que aporta la fuerza necesaria a la vara de godello injertada, que dispone de todos los nutrientes que precisa para desarrollarse.

El proceso de injerto, desde la recolección de las yemas que se injertarán, comenzó hace aproximadamente 8 meses. Así, en el mes de noviembre recolectamos las yemas, que limpiamos y almacenamos a una humedad y una temperatura controladas para asegurar su correcta conservación. El trabajo de injerto en sí se ha desarrollado durante los meses de abril, mayo y junio. La yema se sacará de la cámara y se hidratará unas 12 horas antes de su uso para garantizar las condiciones óptimas.

Si queréis estar al día de los diferentes procesos que llevamos a cabo en los viñedos de Bodega del Abad, os recomendamos no perderos nuestras publicaciones en redes sociales.