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Poda e injertos en las viñas de Bodega del Abad

Como habéis podido ver en nuestras redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter), a finales de invierno y principios de primavera hemos llevado a cabo la poda en nuestros viñedos de mencía y godello. La poda es un proceso fundamental para las viñas, en el que ya determinamos la calidad de la uva. Para hacerlo, realizamos cortes controlados en la planta, dejando únicamente las yemas necesarias para que solo se desarrolle la cantidad de uva idónea. Además, tras la poda llevamos a cabo un proceso de sellado de los cortes con un para evitar el sangrado de la planta y que penetren en ella enfermedades.

Dentro de estas labores de viñedo, hoy queremos hablaros de una que llevamos a cabo tras rematar la poda en tres hectáreas de nuestro mencía: el injerto. Con el objetivo de injertar a godello este sector concreto de viñedo mencía en la poda cortamos un brazo por completo y parte del otro. En este último, en el que solo cortamos una parte, dejamos un pulgar con 5 yemas. Este pulgar hará la función de tirasavias, es decir, atraerá hasta sí la savia evitando que la rama al completo se pudra o se muera.

Tras el corte, injertamos la yema con nuestro propio godello, con yemas que recolectamos en diciembre y que hemos conservado en una cámara frigorífica. Unos meses más tarde, aproximadamente en agosto cuando el injerto haya alcanzado un grosor de unos 8 milímetros, se cortará la cepa con el objetivo de dejar toda la fuerza de la planta al injerto.

En Bodega del Abad continuamos llevando a cabo algunos trabajos de campo que son imprescindibles en estas fechas. Eso sí, respetando y aplicando con rigurosidad todas las normas aportadas por las autoridades sanitarias.